1. Estancada en el tiempo
Lamentablemente, las universidades tradicionales han hecho poco o nada para adaptar su modelo educativo a las necesidades de la nueva generación. Aún hoy, las casas de educación superior insisten en impartir conocimiento a través de la figura del profesor, quien centraliza todo el proceso y maneja la información de forma unilateral.
2. Aprendizaje teórico
Tendrás escasa interacción con emprendedores, ejecutivos, profesionales y otros actores que enriquezcan tu proceso educativo. Asimismo, no tendrás oportunidad para desarrollar proyectos que se implementen en ambientes reales de trabajo. Lamentablemente, esta brecha existente entre la universidad y la experiencia pasa factura cuando descubres que mucho de lo que te enseñaron tiene
3. No fomenta tus habilidades
De esta forma, no se trabaja para potenciar aspectos importantes como el liderazgo, el trabajo en equipo, la innovación, creatividad o aprendizaje activo.
4. Evaluación que no mide tus conocimientos
Otro de los problemas que enfrenta el sistema tradicional es que muchos de los cursos impartidos no son de interés del alumno porque simplemente siente que no le serán útiles en su devenir profesional. ¿Cuántos de nosotros en el colegio obteníamos malos resultados en química o física porque teníamos la certeza de que ambos no estaban alineados con nuestras metas a futuro?
5. Una experiencia solamente educativa
Tómate tu tiempo y analiza opciones con calma, ¿quieres adecuarte a un sistema educativo o prefieres formar parte de una metodología flexible donde te encuentres al centro de todo el proceso de aprendizaje? ¿Deseas una educación práctica donde la experiencia es lo más importante? Si quieres responder estas preguntas descarga aquí de forma gratuita nuestra Guía para ser un joven emprendedor.
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