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Cada vez son más los jóvenes en todo el mundo que al terminar su vida escolar exploran opciones educativas distintas a la universidad. No tengas miedo al cambio y a explorar nuevas opciones, recuerda que el futuro y las decisiones son tuyas. A continuación, te presentamos cinco razones para no estudiar en una universidad tradicional.

1. Estancada en el tiempo

Los jóvenes de hoy son completamente distintos a los de hace 25 años. Son más visuales, creativos, curiosos, autodidactas y valoran mucho más las habilidades personales y el do it yourself del emprendedor.

Lamentablemente, las universidades tradicionales han hecho poco o nada para adaptar su modelo educativo a las necesidades de la nueva generación. Aún hoy, las casas de educación superior insisten en impartir conocimiento a través de la figura del profesor, quien centraliza todo el proceso y maneja la información de forma unilateral.

2. Aprendizaje teórico

Las universidades tradicionales basan su metodología en la enseñanza teórica y la práctica simulada en ambientes que tratan de asemejarse a la realidad. Como estudiante universitario difícilmente abandonarás el aula y tendrás que desenvolverte dentro de esta, prácticamente a lo largo de toda tu carrera.
Tendrás escasa interacción con emprendedores, ejecutivos, profesionales y otros actores que enriquezcan tu proceso educativo. Asimismo, no tendrás oportunidad para desarrollar proyectos que se implementen en ambientes reales de trabajo. Lamentablemente, esta brecha existente entre la universidad y la experiencia pasa factura cuando descubres que mucho de lo que te enseñaron tiene

3. No fomenta tus habilidades

En el modelo educativo tradicional prima el aprendizaje de las habilidades propias de cada carrera profesional, dejando en un segundo plano el desarrollo de las competencias necesarias para destacar en un mundo competitivo, donde la diferencia la marca el sello personal.

De esta forma, no se trabaja para potenciar aspectos importantes como el liderazgo, el trabajo en equipo, la innovación, creatividad o aprendizaje activo.

4. Evaluación que no mide tus conocimientos

El sistema de notas que manejan las universidades no mide realmente lo mucho sabes o no sobre un tema en particular. Recordemos que, en la mayoría de los casos, los exámenes son ejercicios que trabajan en base a la memoria de los alumnos y no reconoce la capacidad de una persona para resolver problemas o innovar.

Otro de los problemas que enfrenta el sistema tradicional es que muchos de los cursos impartidos no son de interés del alumno porque simplemente siente que no le serán útiles en su devenir profesional. ¿Cuántos de nosotros en el colegio obteníamos malos resultados en química o física porque teníamos la certeza de que ambos no estaban alineados con nuestras metas a futuro?

5. Una experiencia solamente educativa

La universidad tradicional gira alrededor de los conocimientos de profesores, libros y la comunidad de estudiantes. Sin embargo, no se han adaptado con velocidad a los tiempos de cambio y no ofrecen a los estudiantes una experiencia que trascienda estos aspectos. Su poco enfoque en el desarrollo de las habilidades de los estudiantes y casi nula interacción con personas que se desenvuelven en el competitivo mundo empresarial y profesional de hoy, suman muy poco al crecimiento personal de cada alumno.

Tómate tu tiempo y analiza opciones con calma, ¿quieres adecuarte a un sistema educativo o prefieres formar parte de una metodología flexible donde te encuentres al centro de todo el proceso de aprendizaje? ¿Deseas una educación práctica donde la experiencia es lo más importante? Si quieres responder estas preguntas descarga aquí de forma gratuita nuestra Guía para ser un joven emprendedor.